En la previa al partido entre Newell’s y Atlético, la designación de Fernando Espinoza como árbitro no pasa desapercibida. El juez vuelve a cruzarse en el camino del “Decano” tras un antecedente reciente que dejó heridas abiertas: la derrota por 3-1 frente a San Lorenzo en el estadio Monumental José Fierro en 2023, marcada por una actuación que desató un verdadero escándalo.

Ese día, Espinoza expulsó a Lucas Pusineri apenas al minuto de juego por un supuesto exceso verbal. Más tarde, mostró la roja a Ignacio Maestro Puch por una fuerte entrada sobre Andrés Vombergar y a Guillermo “Bebe” Acosta en una acción insólita: el árbitro lo chocó accidentalmente, lo amonestó y, al tratarse de doble amarilla, lo mandó al vestuario. Para Atlético fue demasiado.

La reacción del club no tardó en llegar. A través de un comunicado oficial, Atlético Tucumán repudió el “lamentable accionar” de Espinoza, pidió que no vuelva a dirigir partidos del equipo ni de sus rivales directos y exigió, incluso, que se demuestre que está en condiciones psicológicas de ejercer como árbitro profesional. “La actuación de personajes como Espinoza pone en riesgo el normal desempeño de cualquier evento deportivo”, sentenció la institución.

Ese mismo sábado por la noche, el presidente Mario Leito se había expresado en redes sociales, calificando a Espinoza como “el peor árbitro de la historia del fútbol argentino”. Las críticas también se replicaron en el vestuario: Guillermo Acosta, expulsado de manera insólita, fue lapidario con sus declaraciones. “Siempre hizo lo que quiso. Es un soberbio, no se le puede decir nada. Se cree el jefe. Ahora vamos a ver si es guapo afuera. Cagón de mierda, porque es un cagón y encima nos caga en todas las canchas”, lanzó con furia el “Bebe”.

El recuerdo de aquella jornada todavía está fresco en la memoria del pueblo decano. Y ahora, con Espinoza nuevamente designado para impartir justicia, el partido frente a Newell’s se jugará bajo un clima de especial atención en torno al árbitro. Atlético sabe que debe enfocarse en lo futbolístico, pero no olvida que, en su último cruce, el protagonismo del juez terminó marcando el rumbo del encuentro.